Unos arqueólogos encuentran unos manuscritos en las ruinas de una antiquísima ciudad maya. Son unas crónicas escritas de puño y letra por el afamado gobernador del siglo XVI Ponce de León. En ellas se narra una fantástica aventura, imposible de creer y que echa por tierra todo lo que se conocía tanto de Ponce de León como de la mitología maya.
En su búsqueda por encontrar la Fuente de la Juventud, Ponce de León viaja a Nueva España para entrevistarse con Hernán Cortés. Posee información que le hace suponer que la susodicha Fuente puede encontrarse en una remota ciudad en lo más profundo de la selva del Yucatán. Cortés costea económicamente parte de la expedición y envía a su capitán de confianza, Diego de la Vega, junto con Ponce de León, para que defienda sus intereses. De la Vega tiene una profunda enemistad con el hombre de confianza de Ponce, el capitán Peñate. La tensión entre los dos capitanes y sus facciones amenaza con terminar con la expedición.
No será ese el único problema al que tendrá que enfrentarse Ponce de León: selvas asfixiantes, voraces fieras, tribus caníbales… Hasta encontrar una mítica y antigua ciudad maya donde se encuentra la Fuente y sus mágicas aguas custodiadas por unos terribles guardianes: los muertos vivientes.
La inmortalidad no es como se esperaba. Luchas feroces, desmembramientos, vísceras, zombis, sangre, mucha sangre, aventura en su estado más puro, tensión, horror y toques de humor negro conforman esta novela que mezcla fantasía con realidad, enclavada dentro del “universo oscuro”, creando una atmósfera inquietante que logrará enganchar al lector desde la primera hasta la última página.