Tras la muerte de su tía Lina, Maribel Ordóñez se siente más perdida que nunca. Hacía tiempo que esta joven cordobesa se sentía sola, desde que falleció su padre, a quien estaba muy unida. Al menos ha heredado la casa familiar, un lugar que la reconforta y donde habitan dulces recuerdos que la abrazan. Sus paredes parecen haber sido testigo de un centenar de vidas… Casas como estas suelen ocultar secretos del pasado.

«Ocurrió en pleno conflicto bélico. La cabaña donde ahora vives estuvo habitada por una familia de pescadores. Vivía allí un hombre joven que acababa de enviudar con su hija pequeña y con su madre, también viuda. Un día, mientras faenaba junto a sus compañeros, observó que había varios maderos flotando alrededor de su embarcación, parecían restos de un naufragio. A lo lejos divisaron un trozo más grande y dirigieron hacia allí la barcaza.

Va en busca de la madre que jamás conoció, en busca de la hacienda que aparece en velados recuerdos de infancia, en busca del árbol familiar que ha regado con la esperanza. Sin embargo, la primera noticia que recibe al llegar a su destino es que su madre acaba de morir. Tras los muros del silencio se esconden las claves que darán sentido a su vida y a su pasado.

Mercedes Guerrero nos presenta a Laura y su madrastra Sofía, que llegan a Salzburgo huyendo de Carlos, padre de Laura. Viven, bajo unas identidades falsas, atemorizadas por si pudiera encontrarlas. Por otro lado, conoceremos la historia de William, un joven que no duda en trapichear para conseguir convertirse en un hombre importante. Y además, descubriremos la misteriosa muerte de Lukas Tillman, un hombre que ha aparecido congelado en las montañas nevadas, habiendo desaparecido hace casi veinticinco años.

Una mujer que guarda un secreto. Un padre que lleva una doble vida. Un misterioso asesinato. Una brillante carrera como juez, el respeto de quienes la rodean, una vida independiente... Carlota lo tenía todo para ser feliz. Sin embargo, siempre le faltó una Navidad. Cuando a los doce años su madre le reveló el gran secreto, Carlota supo que ya nada volvería a ser igual. La palabra "bastarda" se convirtió en un estigma para ella. La palabra "familia" no volvió a significar lo mismo.

Meet Randi Burnett—she’s brilliant, she’s beautiful, and she works for the bride. Missing groom? Intoxicated in-laws? Crying ring-bearer? You name it, she wrangles it. Too bad her personal life isn’t thriving like her side gig as a bridesmaid for hire. Recently dumped, Randi throws herself into her biggest challenge yet when she’s hired as a maid of honor and pretend best friend for an ice queen bride. There’s just one problem—the best man is infuriating, overprotective, and anti-marriage.

Lowen Ashleigh is a struggling writer on the brink of financial ruin when she accepts the job offer of a lifetime. Jeremy Crawford, husband of best-selling author Verity Crawford, has hired Lowen to complete the remaining books in a successful series his injured wife is unable to finish. Lowen arrives at the Crawford home, ready to sort through years of Verity's notes and outlines, hoping to find enough material to get her started. What Lowen doesn't expect to uncover in the chaotic office is an unfinished autobiography Verity never intended for anyone to read.

Ryder, Garrett, Kenzo, and Diesel - The Vipers. Their deals are as sordid as their business, and their reputation is enough to bring a grown man to his knees, forcing him to beg for mercy. They are not people you mess with, yet my dad did. The old man ran up a debt with them and then sold me to cover his losses. Yes, sold me. They own me now. I’m theirs in every sense of the word. But I’ve never been meek and compliant.

Beckett: If you’re reading this, well, you know the last-letter drill. You made it. I didn’t. Get off the guilt train, because I know if there was any chance you could have saved me, you would have. I need one thing from you: get out of the army and get to Telluride. My little sister Ella’s raising the twins alone. She’s too independent and won’t accept help easily, but she has lost our grandmother, our parents, and now me. It’s too much for anyone to endure. And here’s the kicker: there’s something else you don’t know that’s tearing her family apart.

I'm addicted to my stalker. He watches me at night, sneaking in through my living room window and making my blood turn to ice. I feel him all around me as chills snake down my spine. Each night he becomes bolder, getting closer and welcoming himself into my bedroom, feeding his addiction.