Clay: Elena no solo es descarada y maleducada, sino que también despierta en mí sentimientos que sería mejor que no conociera. La he advertido, pero no quiere escuchar. Por todo lo que es sagrado, ¡una mirada provocativa más y la pondré sobre mis rodillas! En realidad, me mudé a Merryville para encontrar paz, pero no contaba con Elena Key.

Elli: Hay tres cosas en las que se puede confiar. Los gatos siempre caen de pie, en Merryville nunca nieva ni siquiera en invierno y yo nunca he perdido una discusión acalorada.

Al menos hasta que Clay Kennedy, la leyenda del rodeo, aparece en Merryville y me deja sin palabras.

Es un témpano de hielo frío y arrogante, sin duda, pero el brillo sombrío en sus ojos es tan atractivo que ignoro todas sus advertencias y acepto una oferta que tal vez no sea buena para mí.

En realidad, Elli Key tiene las manos llenas con su participación en la Wild Horse Competition, pero cuando Clay Kennedy aparece de repente, todos sus pensamientos giran en torno al taciturno vaquero de mirada sombría.

Elli y Clay chocan en su primer encuentro, y entre ellos salta la chispa de inmediato. De hecho, salta tanto que ninguno de los dos quiere admitir que las chispas voladoras han encendido algo incontrolable.

Hasta que Clay se da cuenta de que Elli se mete en problemas más a menudo de lo que le conviene, y no ve otra salida que protegerla él mismo.