Todos en la Academia Fairvale conocen a Bryson Keller, el capitán del equipo de futbol, increíblemente guapo, que no cree en los noviazgos estudiantiles. También saben del reto que Bryson aceptó: cada semana saldrá con la primera persona que se lo pida el lunes en la mañana. Quien se atreve solo obtiene un romance de cinco días. No ha habido excepciones. Ninguna. Hasta que llegué yo.

Me llamo Óscar. Tengo 15 años y tengo un secreto: me gusta Pablo Bernabé, el chico guay de la clase, el deportista, el buenorro, el guapísimo, el... bueno, pilláis la idea, ¿verdad? Sí, vamos juntos a clase, pero yo creo que ni se sabe mi nombre. Y llevo tiempo pensándolo. ¿Y si me acerco y le saludo? ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Alex y Priscila se conocieron un verano de color verde y de canciones de los 90, cuando solo tenían ocho y cinco años, él llegó de Londres y se mudó a la casa de enfrente. Alex y Priscila se dieron su primer beso dos veranos más tarde, flotando en esas aguas que eran parte de su historia. Alex y Priscila se besaron de verdad cinco veranos después en un juego de la botella y con la noche de San Juan como telón de fondo. Alex y Priscila vivieron juntos muchísimas aventuras más. Para ella, Alex era el vecino que le enseñó a contar números y a poner colores a los veranos.

En "Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo" conocieron el amor. Ahora, deben descubrir cómo cuidarlo y construir una relación en un mundo que parece desafiar su existencia. Ari ha pasado toda la preparatoria escondiendo su verdadero yo, manteniéndose callado e invisible. Pensaba que su último año sería igual, pero algo en él cambió cuando se enamoró de Dante. Ahora hace cosas que jamás pensó: tiene nuevos amigos, confronta a cualquier tipo de bully y no se queda callado ante nada.

Aristóteles es introvertido y tímido. Dante es transparente y expresivo. Por motivos que parecen escapar a toda razón, estos dos chicos de diecisiete años se encuentran y construyen una amistad entrañable que les permitirá redefinir el mundo del otro y aprender a creer en ellos mismos para descubrir los secretos del universo.

Lana Fleming’s sister has vanished from the set of TV’s hottest show, and no one seems to care. Desperate for answers, Lana sneaks in as an extra, only to get stranded with Griffin Hart, an A-list action star with a reputation for good abs and bad decisions. Though Griffin didn’t expect to be cast as a librarian’s sidekick in a real-life thriller, he’s weirdly into it—and into her. Even more unsettling—she sees right through his playboy persona. But their meet-cute soon turns deadly when they uncover a Hollywood scandal for the ages.

It’s Valentine’s Day weekend, and Charlotte and Seth are not looking for romance. Armed with emotional-support bear spray, Charlotte is in self-imposed isolation and on guard from men. Having a stalker can do that to a person’s nerves. Just across the hall and giving off woodsy vibes is Seth, a recently divorced arborist. As in today recently. Heights, he’s fine with. Trust? Not so much.

Lowen Ashleigh is a struggling writer on the brink of financial ruin when she accepts the job offer of a lifetime. Jeremy Crawford, husband of best-selling author Verity Crawford, has hired Lowen to complete the remaining books in a successful series his injured wife is unable to finish. Lowen arrives at the Crawford home, ready to sort through years of Verity's notes and outlines, hoping to find enough material to get her started. What Lowen doesn't expect to uncover in the chaotic office is an unfinished autobiography Verity never intended for anyone to read.

Liv’s happy with life in her thirties. She has two cats, one BFF, and no boyfriend, which is just how she likes it. Plus, she loves working at a not-for-profit software company where she can be her authentically autistic self. This is her happy ever after. But when her beloved firm merges with a repulsive rival, Liv finds herself competing with her sort-of-ex for the top job. Sure, Finn had been Liv’s best friend, with his nerdy good looks and their shared love of Tolkien, but there was that one night, their song, and … well, she doesn’t like to talk about it.

Meet Randi Burnett—she’s brilliant, she’s beautiful, and she works for the bride. Missing groom? Intoxicated in-laws? Crying ring-bearer? You name it, she wrangles it. Too bad her personal life isn’t thriving like her side gig as a bridesmaid for hire. Recently dumped, Randi throws herself into her biggest challenge yet when she’s hired as a maid of honor and pretend best friend for an ice queen bride. There’s just one problem—the best man is infuriating, overprotective, and anti-marriage.