Los días que nos quedan, ambientado en la Cataluña rural, es el thriller más inquietante de Lorena Franco. Olivia trabaja en el programa de sucesos paranormales más importante del país, lo que haría pensar que no se estremece cuando siente el hormigueo en la nuca propio de estar siendo observada por el más allá. Pero ella es como tú y como yo, también siente miedo, aunque tuvo la mala suerte de conocerlo demasiado pronto, la noche en la que descubrió el cadáver de su madre.

Desde que se divorció de su marido Jack, a Liz Morgan, escritora de novelas románticas le ha abandonado la inspiración y para ayudarla, su hija adolescente parece querer hacerle la vida imposible. Mark Hope es un famoso chef, propietario de varios restaurantes, que está completamente obsesionado con su carrera profesional. Cindy Hope, la hermana de Marc, se lo va a presentar Liz, organizándoles una cita en Nueva York a ver si surge la chispa. Aquella cita es un desastre.

Una mujer rica y de éxito muere en el mismo momento en el que el hombre al que amaba aparece en la lista de pasajeros del fatídico vuelo de Germanwings estrellado en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015. Sara Mendieta, propietaria del edificio de la zona alta de Barcelona donde se halla el cadáver, será el objetivo de la investigación y la obsesión de los policías Joel Sanz e Isabel Morgado.

Emma está feliz con su vida, que cree perfecta porque es la que siempre soñó. Pero un buen día Diego, a quien ella consideraba el amor de su vida y con el que estaba a punto de casarse, la deja y se va con otra. Emma no consigue encontrar una salida a su profunda tristeza y decide acudir a la consulta de Silvia, psicóloga de prestigio reconocido en Barcelona, que es famosa por recurrir a técnicas poco ortodoxas, pero que consiguen resultados. Silvia le propone un juego que llama de las nueve palabras.

Josh Parker, uno de los directivos creativos de la prestigiosa agencia publicitaria en la que trabaja Sandra Levy, aparece brutalmente asesinado. Sandra es la última persona que lo vio con vida y, junto al inspector Paul Tischmann, intentará resolver el misterioso crimen. Las voces de Sandra y Paul se entremezclan para dar paso a un inquietante y escalofriante thriller psicológico en el que nada ni nadie son lo que parecen.

La rutina de Andrea, una escritora de thrillers traumatizada por un horrible suceso del pasado y un matrimonio que está a punto de romperse, se ve interrumpida por la inesperada llegada de su cuñado. Víctor es un tipo silencioso y extraño al que apenas conocen. Su manía de fisgonear a través de la ventana de la cocina la vida de sus vecinos, llevará a Andrea a descubrir que una madrugada estival cualquiera, en la calle de la urbanización en la que vive y donde nunca pasa nada, su vecina María se sube en el coche de su cuñado.

La vida en el mundo actual avanza a pasos acelerados, por lo que muchas veces olvidamos detenernos y apreciar cada momento. Tras sufrir un terrible accidente, Claudia está a punto de fallecer y, a través de su narrativa, nos sumerge en sus recuerdos mientras se dirige hacia su gran amor, Ismael. En algún punto, él deberá tomar la decisión de dejarla ir: tendrá que desconectarla de las máquinas que la mantienen con vida.

Un día, a las once de la noche, recibe la visita de Jacob, un hombre envuelto en un halo de misterio que dice venir desde Nueva Jersey solo para probar su chocolate caliente. Repite el mismo ritual seis noches seguidas entablando una curiosa relación con Nora, quien se siente conectada a él. Al séptimo día, la curiosidad por saber quién es realmente Jacob la llevará a adentrarse en un callejón donde, desde siempre, la ha estado esperando un portal del tiempo que la transportará a los años 60, cuando su abuela Beatrice aún vivía y era la propietaria del café.

Las decisiones que tomamos, por muy pequeñas que sean, marcan el rumbo de nuestras vidas. Cuando Nora Clayton, una importante vicepresidenta ejecutiva de una gran compañía farmacéutica de Nueva York, debe despedir a diez mil trabajadores que serán sustituidos por maquinaria robotizada, desata la furia de Bonnie Larson.

-¿Qué es el amor? -El amor es cuando tú me robas cada día mi trozo de chocolate del almuerzo y, aun así, yo sigo dejándolo en el mismo sitio para ti diariamente. Los hermanos Lia y Will comparten su vida en la mansión familiar de New Haven con una madre que vive aislada en su estudio escribiendo novelas de terror y un padre ausente. El día que ambos entierran a su madre, Will desaparece misteriosamente sin dejar rastro, pero cinco años después, Lia descubre en una exposición el retrato de un escritor de comienzos del siglo xix, que es la viva imagen de su hermano.

When Sasha receives a call from her old university friend Gabby inviting her to spend Christmas at Gabby’s remote Scottish lake house, Sasha knows she shouldn’t go. Twelve years ago, on Christmas Eve, when Sasha and her five closest friends were celebrating the festive season, something truly horrific happened that would change the course of their friendship forever. Something that meant Sasha hasn’t spoken to any of them since that night.

After the killing of a prominent mob lawyer, NYPD homicide detectives Jacob Jackson and Caitlin Grimes start receive chilling, written “rules” for how to commit the perfect murder. "Rule number one for the perfect murder: Evidence is your enemy. Leave none behind." Jackson (Reid Scott) and Grimes (Cobie Smulders) race to find the killer, setting them on a collision course with the city’s crime underbelly, and a perpetrator who seems happy to toy with them. “Rule number two. No crimes of passion. The perfect murder is always business, never pleasure.”

England, 1914. The world is at war. Captain Hastings, injured and shaken, is invited to Styles Court to recover. It’s a grand old country house - the family home of his old friend - and a perfect haven. Or so it seems. But in the blistering summer heat, trouble is afoot. Simmering tensions are tearing the family apart, and it all comes to a head in the most horrifying way.

Jenny sits in the same seat on the same train every week, seeing familiar faces come and go. Until a chance encounter shatters her world. Sixteen years ago, Jenny survived a traumatic ordeal that left her best friend, Susie, missing and presumed dead. The world has its theories about what happened to Susie Patterson, and one of those theories points the finger at Jenny. Now she lives a quiet life, volunteering at a crisis helpline while trying to deal with her own anxiety and the true crime fans obsessed with finding her missing friend.

Lowen Ashleigh is a struggling writer on the brink of financial ruin when she accepts the job offer of a lifetime. Jeremy Crawford, husband of best-selling author Verity Crawford, has hired Lowen to complete the remaining books in a successful series his injured wife is unable to finish. Lowen arrives at the Crawford home, ready to sort through years of Verity's notes and outlines, hoping to find enough material to get her started. What Lowen doesn't expect to uncover in the chaotic office is an unfinished autobiography Verity never intended for anyone to read.

Kidnappers grabbed Jenna in broad daylight, right in front of her children and their horrified classmates. Her family was issued an insane ransom demand: $25 million in cash and jewels, payable by the end of the school day, otherwise they’ll never see her again. As Jenna’s mother scrambles to gather the money, detectives Mo Butler and George Ortega follow the trail of the kidnappers, which will lead them through a sordid landscape of jealous lovers, broken dreamers, and twisted schemers. But every second counts, and there’s one thing Jenna Wade doesn’t have: very much time.

When Heather McKinley dreamed of becoming a doctor, she imagined curing sick kids and sporting pink stethoscopes. She never anticipated the sleepless nights, grueling exams, and endless labs. And she certainly never knew that her medical school earned the nickname Dead Med thanks to the tragic history of students overdosing on illegal drugs. But Heather would never consider doing anything like that. That is, until her longtime boyfriend dumps her, she finds herself failing anatomy, and her world starts to crumble.

Cassie thinks she has met the perfect man. Joel is sweet, handsome, romantic, and best of all, he’s crazy about Cassie. She thinks she’s found the guy she’ll spend the rest of her life with. Have children with. Grow old with. Yes, she knows about his perfect ex-girlfriend, Francesca. The beautiful, brilliant chef, beloved by all his friends. But she thinks Francesca is out of the picture. She thinks Francesca is gone for good. Think again, Cassie.

Jazz Bashara is a criminal. Well, sort of. Life on Artemis, the first and only city on the moon, is tough if you're not a rich tourist or an eccentric billionaire. So smuggling in the occasional harmless bit of contraband barely counts, right? Not when you've got debts to pay and your job as a porter barely covers the rent. Everything changes when Jazz sees the chance to commit the perfect crime, with a reward too lucrative to turn down.

Everyone thinks my husband is dead. Just like we planned. Eleven years ago, my husband disappeared. Eleven long hard years I waited, my heart breaking for our son, who didn’t know his father was coming back. Today, my hands shake as I try to understand what I’ve just learned: my husband has a new wife. This wasn’t part of our plan. Eleven years ago, my husband made a terrible mistake. I sacrificed everything to help him fix it. But now he’s put our son and me in danger again. We had a plan. He broke the rules. But who will pay the price?