Esta semana Venus entra en Géminis, haciendo un contacto con Urano que sacude la fijeza taurina para dinamizar nuestra relación con la materia, la sustancia, y los vínculos. Alguna ficha nos cae que nos permite amar lo que se transforma, lo que se abre y cambia con la misma naturalidad con la que amamos lo que permanece. ¿Qué transformaciones se nos vuelven necesarias en nuestros vínculos? ¿Cómo vivimos el amor y cuánto nos permitimos abrazar lo que cambia en nuestra vida?

El tránsito de Venus para el signo de tauro transformó el registro interno de lo que necesitamos, lo que disfrutamos, lo que nos hace bien al cuerpo. Quizá, en esta conjunción con Urano, podamos terminar de hacerlo consciente. Registrar lo que implica para nuestra identidad la relación con el cuerpo, la relación con el placer, la relación con la sustancia física concreta y nuestros modos de entenderla.

En ese mismo sentido, el trígono del sol con la luna negra nos permite ubicar restricciones y limitaciones emocionales a la hora de entregarnos a la experiencia del cuerpo que goza. ¿Cuáles son los cuidados que necesitamos para poder abrirnos al placer?

Este tránsito también puede hacer aflorar angustias, temores muy profundos, un contacto con lo traumático que hemos vivido. Es importante distinguir lo que sucede en la memoria y lo que realmente está pasando en este momento.

El ingreso de Venus al signo de Géminis también nos permite encontrar palabras para poner en común lo que deseamos y lo que somos. Invita a encontrar espacios de charla con nuestra pareja en los que podamos afinar un poco más la presencia ligada al deseo, desarmando fantasías que nos alejan de nosotrxs y del otrx.

te quiero en cualquier ladoen Libertad y Obligado

Franny Glass

El gran problema de la energía taurina, de la energía fija en general, es la dificultad para abrazar lo dinámico. Un pequeño cambio en el escenario cotidiano, puede representar para esta energía un gran desafío emocional. Para Venus, regente de tauro, el tránsito por el signo de Géminis puede ser incómodo pero, al mismo tiempo, le permite abrazar un dinamismo saludable, salir de lugares estancados que han ido perdiendo vitalidad, y encontrarse con la potencia de la respiración, de la variación, del movimiento.

La retrogradación de Neptuno en el signo de Aries lo lleva hacia una última visita al signo de Piscis. Es probable que la nostalgia tenga un último round en nuestro mundo interior, y que los temas en relación a nuestra linaje, nuestra ancestralidad, nuestro pasado que están pendientes todavía, vuelvan a abrirse intentando que encontremos las respuestas que todavía nos hacen falta.

Tránsitos de la semana

2/7 Trigono Sol ♋ Luna Negra ♏

4/7 Venus Conjunción Urano ♉

Venus Entra en Géminis ♊

Comienza a retrogradar Neptuno, hasta diciembre.

6/7 Venus ♊ Sextil Neptuno y Saturno ♈