"En 1994, tres estudiantes desaparecieron en los bosques de Maryland mientras filmaban un documental sobre la leyenda de la bruja de Blair. Un año después se encontraron sus cámaras. Este es el metraje recuperado".

El proyecto de la Bruja de Blair se estrenó en el año 1999, y cerró el siglo revolucionando el género del terror y dando origen a lo que sería un nuevo subgénero sin el cual difícilmente podríamos entender la manera de hacer terror hoy día: el founded footage (metraje encontrado).

Se suele decir que algunos criminales inspiraron algunos personajes de terror, y que Ed Gein inspiró a todos los demás.

A pesar de ser uno de los asesinos menos mortales de la historia criminal, el escenario absolutamente horrible y surrealista que las autoridades encontraron cuando registraron su casa, tanto como su peculiar historia personal, han inspirado, desde los años '60, a muchos personajes del cine y la literatura de terror. Algunos de ellos, auténticos referentes del género.

Estos son los monstruos inspirados en Ed Gein.

Con un personaje intenso como Hannibal Lecter y una interpretación como la que hizo Anthony Hopkins, es fácil olvidar que El silencio de los corderos no va sobre Lecter: la historia, secuela de Dragón rojo, se centra en la búsqueda de un temible asesino que mata mujeres jóvenes para arrancarles la piel.

Cuando escribió la novela en la que está inspirada la película, Thomas Harris tomó elementos de entre tres y cinco asesinos de la vida real para crear a su propio asesino. Estos eran sus nombres, y esto era lo que hacían.

La ficción bebe siempre de la realidad. A veces, esa realidad es muy siniestra y supera todas las expectativas.

Hoy hablamos de dos asesinos de sagas de terror que, aunque parezca increíble por lo espectacular de su puesta en escena, están inspirados en dos asesinos en serie de la vida real. Esta es la historia de Danny Rolling, "El destripador de Gainesville", que sirvió de inspiración para Ghostface en la saga 'Scream', y del asesino que inspiró a Puzle, de la saga 'Saw': David Parker Ray, "El asesino de la caja de juguetes".

Una de las cuestiones más extendidas en la cultura popular es que Stephen King, mago del terror, se inspiró en John Wayne Gacy, asesino coetáneo del escritor, para crear a Pennywise, el payaso terrorífico de la novela It, publicada en 1986.

Los factores, las coincidencias que dieron origen a esta creencia son varios. No se puede descartar que haya una relación, pero la realidad es un poco más compleja.

Llega la spooky season a El sombrero de Indiana, y empezamos una serie de programas donde hablaremos de personajes de terror inspirados en personas de la vida real.

Y empezamos por un mito sobre un mito: siempre se ha dicho que Bram Stoker se inspiró en Vlad III Tepes, "El Empalador", para crear a su Conde Drácula. Pero esto, sencillamente, no es cierto. Y la historia real, como suele decirse, es sorprenderte.

Aunque cada vez es menos frecuente, hasta no hace mucho era habitual ver a veinteañeros, e incluso treintañeros, interpretando papeles adolescentes. Desde los cuatro o cinco años de diferencia que podíamos encontrar en 'American Pie' hasta los casi veinticinco que distaba la de una actriz de Harry Potter con su personaje.

Hoy repasamos algunos de los casos más (o menos) conocidos.

El crítico de cine Guillermo Bibbiani dijo una vez:

"Supongo que no todas las películas malas se convertirán en películas de culto en el futuro. Algunas, simplemente, son muy malas".

Estrenamos esta cuarta temporada del Sombrero compartiendo las que son las películas peor valoradas, siempre según la crítica, de todos los tiempos.