La transición ecológica se presenta como una oportunidad estratégica para consolidar el liderazgo económico de Europa, pero esta depende de la capacidad de reunir grandes cantidades de capital para acercarse a los objetivos. Lara de Mesa, directora global de Banca Responsable de Banco Santander reflexiona en este episodio de Foro Futuro sobre el encaje de la competitividad del tejido empresarial europeo de cara a la apuesta por la sostenibilidad del bloque. También reflexiona sobre el proceso de simplificación de la normativa que está realizando Bruselas y las dificultades que han obstaculizado la transición hacia una economía con menores emisiones. Desde su rol en una institución de presencia en variedad de geografías, comenta sobre el reto de lidiar con variedad de marcos regulatorios.

El esfuerzo europeo por alcanzar objetivos climáticos guarda un reto mayúsculo: lograrlo sin comprometer en el proceso la competitividad, productividad e innovación para el tejido empresarial. Para lograr este cometido hace falta movilizar grandes cantidades de capital. Esta es el foco de debate de la última edición de Foro Futuro, el Observatorio de Tendencias Económicas creado por Santander y Cinco Días, en el que participaron cuatro expertas: Esther Moya, directora de Asuntos Públicos y Coordinación Regulatoria de Repsol en España; Lara de Mesa, directora global de Sostenibilidad de Banco Santander; Andrea González, directora general de la Asociación para la Promoción de la Inversión Sostenible Spain Shift; y Laura Fernández, gerente de Finanzas Sostenibles en Telefónica. Todas apuntan en una dirección clara: es crucial simplificar las normativas europeas para acelerar la inversión privada.

Andrés Pedreño, ex rector de la Universidad de Alicante, es catedrático de Economía Aplicada y presidente de One Million Bot, una empresa que desarrolla chatbots personalizados con inteligencia artificial (IA) para automatizar procesos en empresas. Pedreño sostiene que la IA puede transformar profundamente a las empresas, ya que puede emular algunas capacidades humanas complejas y realizar tareas repetitivas, mejorando la competitividad, reduciendo costes y aumentando la productividad. Incluso pequeñas inversiones en esta tecnología pueden generar retornos significativos en las organizaciones. Cada empresa enfrenta desafíos únicos al implementar la IA. Por ello, es crucial identificar las necesidades específicas de cada organización, evaluar su uso potencial y priorizar las aplicaciones que generen mayor valor añadido. Aunque muchas empresas españolas ya han implementado IA en sus procesos, la productividad global no refleja plenamente estos avances. Por eso, Pedreño subraya la necesidad de crear una cultura de la oportunidad en torno a la IA, superando el enfoque regulacionista, obsesionado con los riesgos, para fomentar un ecosistema digital local competitivo. La recomendación del experto para los empresarios que quieren comenzar a impulsar sus negocios con IA es tener una mente abierta y curiosidad. Los directores de tecnología deben liderar el cambio y la innovación, promoviendo una cultura organizacional que abrace la transformación tecnológica.