Perú llegaba a las Olimpiadas del 36 como la única selección sudamericana de fútbol y la encargada de representar al continente en el torneo olímpico. En cuartos de final, al frente tenía a Austria, la selección del país natal de Adolf Hitler, una de las piezas más influyentes de estos Juegos Olímpicos y que además, buscaba que mediante este evento se demostrará la superioridad de la raza aria frente al mundo. Sin embargo, nadie esperaría que Perú tras el partido con una acción logrará permanecer en los archivos de la historia del fútbol hasta el día de hoy.