Como hijos de Dios somos guiados y dirigidos por su Santo Espíritu para ser librados de todo mal y peligro.

Debemos estar enfocados en Dios siempre, porque Dios es Todopoderoso y enfocados en El no hay dificultad que nos pueda detener.

Cuando confías en Dios, El se mueve a tu entorno para librarte de cualquier necesidad que se te presente. Por eso no confíes en los eventos naturales, confía siempre en Dios, porque en El esta tu verdadera realidad.

Un cambio de mentalidad nos convierte en nuevas criaturas en Cristo Jesús, y nos lleva a ocupar la posición que nos corresponde cono hijos de Dios y a recibir las riquezas del reino que fueron creadas para nosotros.

Por nada te debes preocupar ni te debes desanimar cuando pones tu confianza en Dios.

En Dios encontraras todo lo que necesitas, encontraras paz, descanso y solución para tu vida.

Cuando conoces a Dios y confías en El, ninguna condición adversa te puede sacar de su reposo, ni del descanso que te otorga su presencia.

Eres un vencedor y vencerás cualquier gigante que te enfrentes, porque Dios esta contigo y con El a tu lado, todo lo que se interponga en tu camino caerá por tierra por el poder de Dios.