QUIEN NUNCA PECÓ
Entre los hombres, solo existe un hombre que pudo resistir a las tentaciones y a los placeres que ofrece este mundo, pero por toda la humanidad que no pudo resistir a los impulsos de su naturaleza pecaminosa, Dios lo ofreció como ofrenda y sacrificio, para que la humanidad pueda tener escapatoria de la condenación eterna que se merecía por sus delitos y pecados. Gracias a esta ofrenda entregada en el madero, la humanidad puede alcanzar la salvación y la vida eterna en el reino de los cielos. Jesucristo es el hombre que nunca pecó, pues no se dejó seducir por la tentación ni tampoco por los placeres de este mundo. Él en toda su vida en este mundo, guardó su santidad y vivió bajo la voluntad de Dios Padre. Pero Jesucristo por su amor a la humanidad, se hizo pecado, y en obediencia a su amado Padre, se entregó en el madero como sacrificio perfecto, para que la humanidad pueda alcanzar el perdón a sus pecados y halle la reconciliación con Dios Padre. 2 Corintios 5:21 NTV.

¿QUIEN COMO TÚ SEÑOR?
Si fuesen reales todos los super héroes de las tiras cómicas, ninguno de ellos se asemejaría al poder que tiene Dios, ya que los poderes que tienen estos super héroes creados por la mente humana, son limitados, pero el poder del único Dios verdadero, no tiene límites. Solo Dios tiene el poder para rescatar y proteger a los indefensos de las manos de los malvados y perversos. Solo Él tiene el poder para rescatar y proteger a los pobres de quienes les roban sin ninguna clase de compasión y misericordia. Por esto y mucho más, Dios merece ser alabado y exaltado por la humanidad entera, y todas las criaturas que habitan en este mundo creado por Sus poderosas manos. Al igual que el salmista, todos los que hemos sido rescatados del poder del pecado y sus consecuencias, debemos alabar el santo nombre del Señor, con todo nuestro cuerpo, nuestra alma y todo nuestro ser, por toda la eternidad. Salmos 35:10.

DESESPERACIÓN
En algún momento de nuestra vida, todos nos hemos sentido desesperados, sin escapatorias o posibles soluciones a nuestras necesidades o adversidades que nos sobrevienen. En esos momentos de desesperación, con frecuencia nos olvidamos que a nuestro lado tenemos a un Dios Todopoderoso, quien puede ayudarnos a salir victoriosos de las situaciones que tanto nos aflige. Al igual que nosotros, David se sintió desesperado por la persecución de Saúl, pero en su desesperación, clamó de todo corazón a Dios y Dios lo escuchó, le salvo de todas sus dificultades. Por eso, siempre que nos sintamos afligidos por las situaciones adversas que llegan a nuestras vidas, debemos acudir confiadamente a Dios en oración, teniendo la plena certeza que Él nos escucha, y pronto nos brindará su ayuda oportuna para salir airosos de todas nuestras penurias, pues nuestro amoroso Padre celestial, es fiel para con todos sus hijos y siempre está dispuesto para acudir en nuestro socorro, sin importar el día o la hora en que le clamemos. Salmos 34:6.