Lidiar con el narcisismo es muy difícil porque las personas que lo padecen no lo ven como un problema; creen que están perfectamente bien y saludables.

Uniendo el punto de vista científico, psicológico y humano, la autora nos ofrece una reflexión profunda, salpicada de útiles consejos y con vocación eminentemente didáctica, acerca de la aplicación de nuestras propias capacidades al empeño de procurarnos una existencia plena y feliz: conocer y optimizar determinadas zonas del cerebro, fijar metas y objetivos en la vida, ejercitar la voluntad, poner en marcha la inteligencia emocional, desarrollar la asertividad, evitar el exceso de autocrítica y autoexigencia, reivindicar el papel del optimismo....

Si creciste en una familia caótica, violenta, hipercrítica o emocionalmente abusiva; si recibiste cuidados materiales, pero te faltó el consuelo y la atención emocional; si fuiste relegado, olvidado o abandonado por los tuyos: entonces sufres el impacto de una Familia Zero. Ello causó en ti numerosas heridas psicológicas y emocionales. La lectura de este libro del Dr. Iñaki Piñuel te ayudará a: dejar de dar la espalda a la dolorosa realidad de tu infancia y de tu familia de origen; dejar de estar siempre alerta, de tener que defenderte y controlarlo todo; y mas.

Salir del infierno psicopático y narcisista es posible Las personalidades psicopáticas suponen una mutación nociva de la especie humana. Parásitos y depredadores intraespecie, viven de someter a los demás a una devastación emocional, muy especialmente a sus parejas. Un promedio de setenta personas quedan totalmente destruidas por haberse cruzado con uno de estos personajes. Sabiendo que nunca cambiarán, no queda otro remedio que ponerse a buen resguardo lo antes posible, cortar con ellos y practicar el contacto cero. Sin embargo, salir de una relación tóxica no es nada sencillo.

Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa, sufres de una herida que va más allá de tu madre, tu abuela, e incluso de tu familia. Es una lesión generacional del colectivo femenino. La buena noticia es que la puedes trabajar y curar a nivel personal.