• Refleja presupuesto otras prioridades
    Dec 10 2024
    Es increíble que áreas tan críticas en México, como la educación, la salud, la seguridad y el medio ambiente, enfrenten recortes presupuestales para 2025. Pareciera que nos quieren ignorantes, enfermos o muertos. El Proyecto de la Ley de Ingresos para 2025 aprobado en comisiones del Congreso contempla de 9.3 billones de pesos de ingresos, de los cuales 1.2 billones corresponde a deuda y 5.3 a ingresos tributarios, prevé recortes a 22 de las 26 secretarías. Según el análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), “ante el crecimiento desproporcionado del gasto en 2024 y la falta de una reforma fiscal, el nuevo gobierno se verá obligado a ajustar a la baja el gasto público, con una reducción de 3.3 por ciento en términos reales”. Además, el crecimiento de la deuda en años recientes llevará a un aumento del 8.5 por ciento en el pago de intereses de la deuda, lo que representará el 14.9 por ciento del gasto total. La Secretaría de Hacienda estima que la economía crecerá entre 2.0 por ciento y 3.0 por ciento en 2025, aunque los especialistas hablan de uno por ciento. No sorprende que haya una visión de gasto racional o austero, ya sabemos que el presupuesto debe ser flexible y que es solo un plan que permite ajustes y reasignación de recursos. Lo que llama la atención es la falta de visión ante las crecientes necesidades de los mexicanos, las prioridades que se están protegiendo ante un ambiente económico sombrío. Para Guillermo Anaya, exsenador panista, las finanzas nacionales enfrentarán la crisis de Pemex, la posible caída de remesas ante la llegada de Trump, el incremento de deportaciones de indocumentados y la eventual imposición de aranceles, situaciones que afectarán las asignaciones a los estados y municipios y por ende, a los ciudadanos. En 2025, las prioridades de gasto se centran en 17 programas sociales y 10 proyectos de inversión, con un presupuesto total de 1.02 billones de pesos (11.0 por ciento del gasto total). Las decisiones del pasado se convierten en proyectos intocables, mientras que los programas sociales, que no contribuyen a la movilidad social, parecen más bien clientelistas y ligados a los intereses del partido en el poder. Entre los programas sociales se encuentran la Pensión Universal para Adultos Mayores, las becas Benito Juárez, la nueva beca universal de educación básica, la pensión para mujeres de 60 a 64 años y el programa Bienestar Casa por Casa, que ofrece atención médica a adultos mayores con discapacidad, entre otros. En cuanto a los proyectos de inversión, destacan la conclusión del Tren Maya y la construcción de trenes como el México-Querétaro, el AIFA-Pachuca, el Corredor Interoceánico y el Tren México-Toluca, junto con obras hidráulicas, infraestructura vial y proyectos de digitalización gubernamental. Entre los sectores más afectados por los recortes se encuentran la Secretaría de Salud, que sufrirá una reducción del 34 por ciento, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales con un recorte del 39 por ciento, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana con un 36 por ciento menos, y la Secretaría de Defensa Nacional con un recorte del 43.8 por ciento. Estos ajustes contrastan con países como Japón, Corea del Sur y Singapur, que han apostado por la educación como motor de transformación social y económica, logrando altas tasas de crecimiento y reducción de la pobreza. En el sector salud México enfrenta una crisis en atención, infraestructura y abasto de medicamentos, y esta visión de recorte presupuestal no está alineada al contexto internacional donde varios países están aumentando su gasto en salud como parte de una estrategia a largo plazo para mejorar sus sistemas médicos y estar mejor preparados para futuras crisis. Ejemplos de estos países son Suecia, España, Francia (que prioriza la salud mental) y Argentina. En cuanto a seguridad, el recorte en este sector no parece reflejar la urgencia de combatir la creciente presencia del narcotráfico. Un dato alarmante es que en el primer mes del gobierno de Claudia Sheinbaum se reportaron 2 mil 564 homicidios dolosos, un 7 por ciento más que en el mismo periodo de 2023, lo que equivale a un promedio de 82 asesinatos diarios. Por otro lado, el sector cultural, que en 2023 generó 820,963 millones de pesos (2.7 por ciento del PIB) y empleó a 1.4 millones de personas (3.5 por ciento del total), sufrirá una reducción presupuestaria del 30.8 por ciento. Aunque ya se ha dicho que los “ahorros” provenientes de la desaparición de organismos autónomos y del ajuste en el poder judicial se destinarán a Cultura y Educación, lo que llama la atención, insistimos, es la falta de una visión estratégica. Los expertos señalan que, aunque el presupuesto busca equilibrio, enfrenta riesgos significativos. Los recortes en sectores fundamentales podrían limitar el crecimiento del capital humano y la calidad de vida, lo que...
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  • La revolución que sigue
    Dec 10 2024
    Más allá de rememorar los acontecimientos históricos y a los héroes y heroínas que participaron en la Revolución Mexicana, es interesante destacar la importancia de la conciencia colectiva como elemento central para el cambio. Democracia, estado de derecho y libertad son aspiraciones legítimas en las luchas ciudadanas. El movimiento armado de 1910 fue una respuesta a la exigencia mayoritaria de una vida digna en medio de una crisis económica, política, social y humanitaria. Como resultado, se inició un sistema democrático con elecciones y se promulgó la Constitución de 1917. Esto representó un reconocimiento de derechos y obligaciones, así como la posibilidad de mayor participación ciudadana en la configuración del gobierno. No obstante, en el transcurso de nuestra historia hemos perdido condiciones de equidad y de respeto por la democracia. Hoy en día, México sigue enfrentando situaciones que vulneran los derechos de su población; sigue habiendo desigualdad y acceso limitado para el trabajo digno, educación de calidad, servicios de salud adecuados y, sobre todo, falta paz social. Además, la presencia del narco, la corrupción y el predominio de un partido político vuelven a poner a prueba nuestra democracia. De ahí la necesidad de una convicción hacia el cambio y la evolución, sustentada en una colaboración constante, estructurada e inteligente entre ciudadanía y gobierno para diseñar un nuevo contrato social. Cambio que debe guiarse por una meta clara y compartida: bienestar e igualdad de oportunidades para todos. Mucho se ha dicho, con razón, que una revolución armada es precedida por una revolución de conciencias. Este concepto implica un despertar colectivo que promueva la participación ciudadana, la sostenibilidad y el análisis de las estructuras de poder e instituciones públicas. Entre los intelectuales que han explorado este concepto destacan: Jiddu Krishnamurti, filósofo indio, quien subrayó la importancia del autoconocimiento como base para las transformaciones colectivas. Erich Fromm, psicoanalista alemán, quien señaló que la evolución social requiere un cambio en los valores, priorizando el "ser" sobre el "tener". Antonio Gramsci, político italiano, quien abogó por una revolución cultural e intelectual que desarrollara una conciencia crítica frente a las estructuras de poder dominantes. Eduardo Galeano, periodista uruguayo, quien destacó la necesidad de una conciencia histórica para terminar con la explotación y desigualdad en América Latina; y Enrique Dussel, filósofo mexicano, quien propone una Filosofía de la Liberación para superar las estructuras de opresión en América Latina. Los jesuitas lo llaman reconstruir el tejido social. La revolución de conciencias busca que las personas desarrollen una visión crítica de la realidad; asuman un papel activo en la construcción de soluciones colectivas; rompan con patrones de pensamiento individualista y conformista; y valoren la equidad, la justicia y la sostenibilidad como principios fundamentales. Para que este movimiento colectivo se desarrolle, es indispensable considerar tres pilares fundamentales: la verdad, el diálogo y la conciencia de que no estamos bien y se requiere actuar. Si seguimos aceptando la denominada posverdad, que va mucho más allá de la simple mentira, porque tiene intenciones de afectar creencias y manipular la realidad. Si continuamos permitiendo la comunicación unidireccional en el Congreso que bajo la premisa de que “el pueblo lo pide” se toman decisiones poco racionales. Y si continuamos con una postura pasiva, aunque sea analítica, confiando que es el gobierno quien tiene que actuar, no lograremos una verdadera transformación social. También está el cambio personal. El que nos lleva a actuar con ética, con visión solidaria y responsable. Me recuerda a un maestro que ante la pregunta de cuándo sería el examen respondía “el examen es hoy y todos los días, si su conciencia le dice que está aprobado, felicidades, si no, póngase a estudiar”. Conmemorar la Revolución Mexicana no es solo un acto de memoria histórica; es también un recordatorio de que debemos seguir defendiendo la democracia, sus instituciones y nuestra libertad. La revolución de conciencias nos invita a participar en la transformación de México con compromiso y visión de futuro que privilegie el bienestar colectivo. Es demostrar que “si me importa mi país”. Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com
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  • Es migración crisis y oportunidad
    Dec 10 2024
    La migración es uno de los temas más críticos en la relación entre México y Estados Unidos. Aunque siempre ha sido un asunto complejo, la falta de acuerdos bilaterales sostenibles podría escalar la situación a niveles que impacten gravemente la economía mexicana y, además, agraven la ya existente crisis humanitaria. Trump ha sido muy claro en su postura: reducir el número de migrantes a Estados Unidos bajo argumentos relacionados con la identidad nacional, seguridad y economía. Y como muestra de su decisión de actuar con energía, nombró como “zar fronterizo” de su próximo gobierno a Thomas Homan, quien ya estuvo al frente del servicio de migración y aduanas e implementó la política de “tolerancia cero” que separó a miles de niños de sus padres. También está el nombramiento de Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur, como Secretaria de Seguridad quien ha respaldado públicamente los planes de Trump para restringir el ingreso de migrantes indocumentados y encabezará la agencia para las deportaciones masivas. Noem envió tropas de la Guardia Nacional a la frontera entre México y Texas como gobernadora. Según declaraciones del próximo vicepresidente J. D, Vance, se podrían expulsar hasta un millón de personas al año; la deportación masiva más grande de la historia. Trump ha hablado de continuar con el muro, endurecer las políticas de asilo, militarizar la frontera e imponer aranceles elevados a los productos mexicanos. Se le olvida que los migrantes regularizados pagan impuestos y pueden trabajar en sectores con déficit de mano de obra como la agricultura y la construcción. Se calcula que 12 millones de migrantes mexicanos de primera generación residen en Estados Unidos. Esto equivale aproximadamente al 30 por ciento de la fuerza laboral hispana. En lugar de una amenaza, la migración bien gestionada puede ser una oportunidad económica.​ Según encuestas recientes, un 78 por ciento de los estadounidenses considera la situación migratoria como un problema significativo, y el 80 por ciento opina que el gobierno no ha manejado la crisis adecuadamente. Un estudio del Centro de Investigaciones Pew señala que un 22 por ciento de los estadounidenses percibe el aumento de migrantes como una carga económica, ya que utilizan servicios de salud, educación, y otras asistencias sociales. Estos números, aunados a los costos, representan una fuerte presión al gobierno de Trump de actuar con energía. Además, fue un tema central en su campaña para las elecciones 2024. En Estados Unidos, el gasto destinado a patrullas fronterizas y seguridad migratoria ha llegado a niveles récord. En 2023, se destinó alrededor de 25 mil millones de dólares para la administración de la frontera, detención, y deportación de migrantes. En México, los costos de la gestión migratoria han aumentado considerablemente en los últimos años. En 2023, el gasto destinado a albergues, seguridad y control de migración en zonas fronterizas se ha estimado en más de un mil 200 millones de pesos mexicanos. Este monto cubre desde operativos de vigilancia y deportación hasta la manutención de migrantes en albergues. A pesar de estos altos costos en ambos países no se cuenta con políticas migratorias eficientes. Muchos migrantes no buscan simplemente una mejor vida, sino que huyen de condiciones insostenibles en sus países de origen; lo hacen por situaciones asociadas a violencia y falta de empleo, de educación y de servicios de salud. Cada vez más, la migración está impulsada por el cambio climático, especialmente en zonas de Centroamérica donde las sequías y tormentas recurrentes destruyen comunidades enteras y medios de subsistencia. La respuesta política no ha integrado suficientemente este factor, a pesar de que se prevé que la migración climática aumente significativamente en las próximas décadas. Las políticas de refugio y asilo no están diseñadas para enfrentar esta nueva realidad​. Y por si fuera poco, durante el trayecto que además de ser muy costoso por el “coyotaje”, los migrantes padecen violencia, enfermedades, desamparo y discriminación; son víctimas de secuestros y extorsiones por parte de los traficantes de personas. Además, los migrantes en tránsito ponen presión sobre recursos locales y servicios de salud en ciudades que muchas veces no cuentan con apoyo suficiente del gobierno central. Esto impacta la economía local y aumenta la tensión social en regiones ya vulnerables​. La implementación de políticas punitivas, como la militarización de la frontera o las deportaciones masivas, muchas veces termina por exacerbar el problema. La migración es una realidad que se ha deshumanizado enfocándola en números y barreras en lugar de en la dignidad de las personas, y en identificar y trabajar en áreas de oportunidad de desarrollo en los países de origen. Es evidente que se requieren planes diferentes. “La pelota” está en la ...
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  • Por más operaciones enjambre
    Dec 6 2024
    Siempre decimos lo mismo: los índices de violencia en el país van en aumento. Sinaloa está en llamas a raíz de la detención del Mayo Zambada que ha provocado una narco guerra que lleva 550 muertos en cuatro meses. Además, pérdidas por 18 mil millones de pesos y la caída de 25 mil empleos según reportó el sector empresarial de Culiacán. Pero no es exclusivo de Sinaloa, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los datos de homicidios dolosos hasta octubre en Guanajuato ascienden a dos mil 119, en Baja California mil 788, en Estado de México mil 689 y Chihuahua con mil 421. Nuevo León no se queda atrás, ocupa el séptimo lugar a nivel nacional por los índices de asesinatos en noviembre. Según datos de Cómo Vamos, desde el 2021 en Nuevo León hay un incremento del 53 por ciento en homicidios. Estos números son reflejo de al menos cuatro situaciones: el fortalecimiento del crimen organizado, la inacción o complicidad de las autoridades, las estrategias de seguridad fallidas y la desigualdad social. Y por si fuera poco los cárteles reclutan jóvenes, no solo para integrar sus ejércitos, ahora también lo hacen como cocineros de sus drogas. Fue preocupante el reportaje publicado por el New York Times, “Mexican Cartels Lure Chemistry Students to Make Fentanyl” en el que describe cómo los cárteles de drogas en México están reclutando estudiantes y profesionales de química para operar laboratorios clandestinos. Utilizan estrategias de persuasión o coacción para atraer talento que pueda mejorar la producción de drogas sintéticas como el fentanilo y las metanfetaminas. Es evidente que los esfuerzos en seguridad de las autoridades federales son insuficientes e inefectivos. Una vez más se cuestiona que el ejército esté distraído con otras actividades en lugar de proteger a la población. Los cuatro puntos centrales de la estrategia de seguridad presentada por Omar García Harfuch al asumir como Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal: 1) Atención a las causas de la violencia; 2) fortalecimiento de la Guardia Nacional; 3) refuerzo de la inteligencia; y 4) coordinación con entidades federativas, así como la capacitación de la policía local y proximidad social​, suenan muy bien, “muy hermoso” como diría mi mamá, sin embargo, es urgente frenar la criminalidad. La denominada Operación Enjambre fue un golpe directo y efectivo contra la corrupción en las estructuras gubernamentales locales vinculadas al crimen organizado, particularmente en el Estado de México. El operativo incluyó la participación de la Marina, la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República y autoridades estatales, desplegando más de 800 elementos. Durante la operación, se ejecutaron órdenes de aprehensión contra funcionarios municipales por delitos graves como extorsión, secuestro exprés y homicidio, todos presuntamente relacionados con grupos criminales como La Familia Michoacana. Entre los detenidos se encuentran alcaldes y directivos de seguridad pública de municipios como Amanalco, Naucalpan e Ixtapaluca. Fue una excelente demostración de la aplicabilidad de la estrategia de seguridad y de que cuando hay voluntad, se ejecutan las cosas, pero se necesitará acabar también con los enjambres estatales. Se envió un mensaje de que sí es posible actuar, y de paso también a Trump, en el compromiso del gobierno federal contra el narcotráfico y redes de complicidad. Esperemos que los detenidos no queden libres en breve. Además de la deficiente lucha contra la criminalidad, es evidente que el tejido social en México está seriamente dañado y se debe pedir ayuda a los especialistas. Dentro de las congregaciones religiosas de México quien tiene conocimiento y experiencia en la reconstrucción del tejido social, es la Compañía de Jesús de los jesuitas. A través de experiencias concretas en comunidades fragmentadas socialmente, han desarrollado diferentes metodologías de intervención dentro de lo que ellos llaman Modelo de Reconstrucción del Tejido Social. Su propuesta trabaja desde las entrañas de las poblaciones buscando armonía con el poder político principalmente. Se trata de sanar heridas entre los habitantes. Para los jesuitas, la reconstrucción de comunidades requiere de varias condiciones, sobre todo cuando la base de la acción colectiva es la inseguridad: primero, la voluntad de empoderar a las comunidades, sean rurales o urbanas; segundo, buscar la sostenibilidad mediante el acompañamiento de una acción policial de proximidad que refleje la empatía entre comunidad local y policías; y tercero, generar condiciones de confianza mutua entre los actores sociales. Trabajar en tres frentes: más operaciones enjambre para acabar con redes de narco corrupción; más asignación de militares en las comunidades más violentadas para proteger a la población; y ...
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  • Es Trump
    Nov 8 2024
    Trump será el presidente número 47 de Estados Unidos. Llega por segunda ocasión a la presidencia en un ambiente polarizado y con un pasado que incluye 34 acusaciones por delitos graves, una condena, dos casos pendientes, dos juicios políticos y seis bancarrotas. Sheinbaum y Trump, como líderes de ambos países, tienen pocas afinidades en sus estilos y visiones de gobierno, pero deberán trabajar buscando coincidencias más allá de puntualizar diferencias. Somos socios relevantes para ambos países. Los dos son nacionalistas, pero de enfoques diferentes. El de Trump enfatiza la superioridad de Estados Unidos. Es proteccionista. Es escéptico hacia instituciones y tratados internacionales que, a su juicio, limitan la independencia de Estados Unidos o no priorizan sus intereses. Sostiene que Estados Unidos es único y debería ser el líder mundial a través de la fuerza económica y militar, no mediante compromisos multilaterales. Promueve el nacionalismo cultural al defender valores que dice son intrínsecamente estadounidenses como el patriotismo y la familia. Considera que los inmigrantes son una amenaza a la identidad americana. «Make America Great Again» (haz que América sea grande de nuevo) es una expresión común en él. El nacionalismo de Sheinbaum es de tipo social y progresista que busca mejorar las condiciones de vida de los mexicanos. Protege la soberanía nacional en términos de recursos bajo el control del Estado. Defiende la autonomía e independencia nacional sobre la influencia extranjera, aunque valora las relaciones internacionales como una oportunidad de cooperación y desarrollo. Hay varios temas fuertes en nuestra relación con Estados Unidos. Repasemos algunos. Migración y frontera. Trump demanda medidas estrictas de control fronterizo; considera la construcción del famoso muro y el endurecimiento de las políticas de asilo. Su exigencia se centra en la reducción de la inmigración ilegal y el aumento de la seguridad fronteriza. Amenazó con imponer aranceles del 25 por ciento a los productos mexicanos, que podrían crecer hasta el 100 por ciento, si no se detiene el flujo migratorio hacia Estados Unidos. Comercio e Inversión. Aunque apoya el T-MEC, prioriza la industria estadounidense protegiendo empleos y crecimiento económico. Busca reciprocidad estricta. Su política se basa en renegociar acuerdos comerciales, reducir el déficit comercial y asegurar la inversión bajo condiciones que garanticen beneficios claros para Estados Unidos. Seguridad y narcotráfico. Trump ha sido firme en la lucha contra el narcotráfico, incluso sugiriendo clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Ha sugerido un mayor uso de fuerza y presión diplomática para que México asuma más responsabilidad en la lucha contra el crimen organizado. Justicia social. Aunque no es un tema crítico en la relación, es interesante advertir la diferencia de visiones. Trump no prioriza la justicia social y ha mostrado menos interés en políticas que busquen equidad para minorías y sectores vulnerables. Ya hemos visto cómo se refiere a los latinos y puertorriqueños. Sheinbaum, en cambio, tiene una visión progresista en justicia social, centrada en la reducción de la desigualdad y en la creación de políticas que beneficien a las comunidades más vulnerables. Ha adoptado una postura feminista, impulsando medidas de igualdad de género y derechos de la mujer. Es interesante también, advertir los estilos de liderazgo de ambos. El liderazgo de Trump es populista y confrontacional. Es directo, polémico, y maneja la información “a modo”, la manipula, para algunos es mentiroso. Su concepto de la grandeza expresado en “América Primero”, prioriza el nacionalismo para proteger la economía, la seguridad y la soberanía lo cual influye en decisiones sobre comercio, migración y defensa. Pudiera ser intransigente y difícil de negociar. Es bravucón y amenazante. Sheinbaum tiene un estilo tecnocrático y menos confrontativo. Quizá su formación científica la hagan priorizar las evidencias, aunque su tutor ideológico, AMLO, le enseñó la posibilidad de manipular hechos e información bajo la premisa de “el pueblo manda”; se muestra abierta al diálogo, pero es firme en sus creencias. Su perfil político desafía estructuras e instituciones. Nuestro actual contexto político mexicano es muy complejo y es necesario arreglar “la casa” para trabajar de manera conjunta y no generar relaciones incómodas que afecten la economía del país. Ya conocemos los puntos álgidos y sobre eso debemos enfocarnos. El problema, o el desafío, no radica en el estilo de liderazgo ni de Trump ni de Sheinbaum, sino en asegurar que tenemos la capacidad para establecer relaciones internacionales fructíferas que garanticen el respeto a los derechos humanos y el bienestar de la población de ambos países. Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, ...
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  • Desarmar violencia
    Oct 31 2024
    Es dolorosa la violencia. Para quien la recibe, para la sociedad y para quien la ejerce. No hay quien se escape. Y aunque hay muchos factores que la estimulan, no deja de sorprender la aparente facilidad con que se reacciona ante lo que se percibe como amenazante. Esta reacción responde a complejos mecanismos internos. Vivir con estos impulsos y sus consecuencias no es sencillo. Resultaría más fácil y gratificante responder pacíficamente. Una persona violenta experimenta una serie de dinámicas internas que abarcan aspectos emocionales, cognitivos y psicológicos, todos ellos influenciados por el entorno y las experiencias pasadas. En México, expresiones como “La gente solo respeta la fuerza”, “En el mundo, el más fuerte es el que sobrevive”, “Más vale que lloren en su casa que en la mía”, “Ojo por ojo, diente por diente”, y “La letra con sangre entra” son solo algunas de las frases que promueven y justifican la agresividad. La violencia se llega a normalizar cuando los actos violentos se vuelven tan comunes que la sociedad comienza a verlos como parte inevitable de la vida cotidiana; de alguna manera los legitima, los explica y perpetúa en un círculo vicioso y perverso. Hoy vivimos en un entorno complicado; la inseguridad, reflejada en robos, extorsiones, secuestros y asesinatos, es pan de cada día. Basta con ver las publicaciones sobre desapariciones, o casos de pobladores que deciden exhibir y atacar a delincuentes en plazas públicas. Además, el narcotráfico ha ritualizado la guerra en las calles, incorporando la violencia a nuestros modelos sociales. El sistema de justicia, al privilegiar la impunidad, incentiva la justificación de reacciones violentas y fomenta que muchas personas busquen resolver problemas haciendo justicia por mano propia. Hoy se ha vuelto común tener armas en casa, alarmas, cámaras, cercas eléctricas y redes de apoyo vecinal para reaccionar ante situaciones peligrosas. Salir a la calle, especialmente de noche, es una experiencia teñida de precaución y miedo. Nadie está exento de ser víctima de la delincuencia o de ser “confundido”. Este es nuestro contexto cercano, pero también existen guerras y conflictos en otros países. ¿Cómo imaginamos que crecerán los niños y jóvenes que los viven? ¿Cómo serán las próximas generaciones ante estos entornos? Es posible que justifiquen la violencia o que, por el contrario, busquen la paz. Lo cierto es que estas experiencias dejan secuelas emocionales, físicas y sociales. Los niños y jóvenes expuestos a la violencia pueden llegar a considerarla un método aceptable para resolver conflictos, lo que aumenta la probabilidad de conductas agresivas en el futuro. La exposición constante a ella también tiende a insensibilizarlos, disminuyendo su capacidad de empatizar con el sufrimiento ajeno. Algunos gobiernos invierten enormes cantidades de dinero en la fabricación de armamento, bajo la justificación de proteger su soberanía o sus intereses económicos y tecnológicos. Sin embargo, estas decisiones no protegen a la población; al contrario, la exponen más. ¿Qué pasaría si estos recursos se dedicaran a generar condiciones de paz? La pregunta es: ¿cómo revertir la normalización de la violencia y, en su lugar, promover la paz? Romper este ciclo requiere varias condiciones. En primer lugar, a nivel personal, es necesario que la conciencia y el compromiso por la paz impulsen conductas de resolución de conflictos basadas en el diálogo, la empatía y el respeto. En el ámbito familiar fomentar la convivencia y evitar el castigo físico como método educativo, ya que inculca la idea de que el dolor y la coerción son medios válidos para imponer autoridad. Desde luego en las escuelas promover la cultura de la paz. A nivel social, la resistencia pacífica y la reforma estructural a través de un sistema de justicia eficaz y un estado de derecho sólido son esenciales. Asimismo, es indispensable garantizar condiciones que aseguren educación, salud y trabajo, pues la desigualdad sistémica y la falta de derechos humanos contribuyen a crear entornos violentos. Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com
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  • Ser ama de casa
    Oct 10 2024
    El hogar o la casa que habitamos, al igual que cualquier otra organización, demanda claridad de funciones, asignación de responsabilidades y un líder que asegure la administración de recursos para su operación y funcionamiento. Todos los principios empresariales pudieran estar aplicados al hogar, con la excepción que este último se asocia a lo más valioso que tenemos: la familia y hay cargas emocionales y simbólicas en esta y con sus integrantes. El concepto de “ama de casa” ha tenido una evolución significativa a lo largo del tiempo producto de los cambios sociales, económicos y culturales. Antes se refería a las mujeres que se ocupaban únicamente de las tareas domésticas y del cuidado de la familia, mientras que los hombres eran los proveedores del hogar y trabajaban fuera de casa. Este rol de las mujeres se mantuvo por muchos años. Fue a partir del siglo XX con el movimiento feminista que se reconoció la posibilidad de que la mujer podía aportar significativamente en la sociedad y tenía derecho de buscar su realización personal. Esto vino de la mano con la entrada de la mujer a la universidad y la apertura de espacios laborales para ella. Además, las necesidades económicas del hogar demandaban aportar al mantenimiento de este. A partir de que más mujeres se incorporaron en el mundo del trabajo, cambió la percepción y la realidad del papel tradicional del ama de casa. Surgieron también el reconocimiento de otras formas de familia, así como la urgencia de educar en “las nuevas masculinidades” en donde se considera una presencia diferente de los roles masculinos en el hogar. Así, ya no es la responsabilidad única de las mujeres mantener la casa en orden, atender las necesidades de la familia y contribuir con actividades domésticas. Ahora el concepto de “ama de casa” se extiende a otros integrantes de la casa y es menos definido por roles de género. Lo cierto es que, y eso no ha cambiado, no es remunerado y cuando hay hijos, se vuelve un trabajo demandante que no tiene horario, es 24/7. El trabajo doméstico no remunerado es tema de análisis en las legislaciones en los países. En Ecuador, por ejemplo, y así lo señala explícitamente, forma parte del Producto Interno Bruto. También hay leyes de divorcio o separación que reconocen el valor económico de este y permiten compensaciones económicas o pensiones alimenticias que toman en cuenta las contribuciones de la ama de casa; ejemplos de esto son México, España y Perú. Otros países han implementado mecanismos para que las amas de casa tengan acceso a la seguridad social, pensiones, y otras protecciones que habitualmente se otorgan en los trabajos formales. En Francia, aunque no se les paga directamente a las amas de casa por su trabajo doméstico, existen apoyos financieros para las madres y cuidadoras para ayudar a cubrir los costos relacionados con el cuidado del hogar y la familia. En Alemania las amas de casa pueden recibir apoyo financiero a través de programas que ofrecen un subsidio mensual por hijo. No es un pago directo por el trabajo doméstico, pero es un apoyo económico significativo para quienes cuidan de los hijos. El concepto se relaciona también con el de las y los cuidadores que se refiere a aquellas personas, que por lo general son las mujeres, que se dedican a la atención exclusiva de los nietos, enfermos, o personas de edad avanzada. En ocasiones, además de ser cuidadores se dedican también a la responsabilidad doméstica del hogar. Se cree que “estar en la casa” obliga a atender todo lo que sucede en su interior. Afortunadamente ya se está trabajando en el diseño de programas de apoyo para esta figura de cuidado. Lo cierto es que todavía hay familias en donde la mujer además de trabajar y aportar económicamente al hogar sigue siendo la principal responsable del cuidado doméstico del mismo. De igual forma es de reconocer, hay varones que se desempeñan como tal o bien, comparten las responsabilidades de este. El cuidado de la casa es responsabilidad de todos quienes la habitan. Referirse a este trabajo de manera despectiva o minimizar la aportación que representa en el funcionamiento social, forma parte del concepto de mujer que se tenga y es discriminación. Y dada la polémica surgida alrededor del tema, efectivamente tenemos una presidenta que es científica, madre, abuela y ama de casa en un hogar donde seguramente las responsabilidades son compartidas. Y así estamos muchas. Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com
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  • Tiempo de una nueva Claudia
    Oct 4 2024
    Sin duda es un hecho histórico tener a la primera mujer presidenta en México. Pero más lo será cuando logre la aprobación popular por mérito propio. Claudia Sheinbaum hereda el cariño y seguidores de AMLO a quien le dedicó casi el 50 por ciento de su mensaje, en alusiones directas e indirectas, en la toma de posesión en el Congreso de la Unión. Lo describió como “uno de los grandes” en la historia de México, el luchador social más importante de la historia moderna. “El Presidente más querido que inició la revolución pacífica de la Cuarta Transformación y que estará siempre en el corazón del pueblo de México”, dijo. En su mensaje de toma de posesión la presidenta reafirmó que después de 503 años “llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa Nación. Y digo llegamos, porque no llego sola, llegamos todas”. Y sí, hubo una fuerte presencia protagónica de las mujeres en los eventos de inicio de gobierno; desde el diseño y realización de su hermoso vestido, la confección e imposición de la banda, la escolta, el grupo musical y los rituales del bastón de mando que fueron liderados por mujeres. Más allá de sus propuestas ya conocidas en campaña, el principal reto de Claudia será crear confianza en su palabra para unir a la población mexicana. AMLO utilizó a la posverdad como estrategia electoral y nos hizo mucho daño al polarizar a la sociedad y mentir, entre otras cosas. Sheinbaum deberá demostrar con hechos que hay garantías en la aplicación del estado de derecho y certidumbre para el desarrollo. Que efectivamente es demócrata y que cuidará a las instituciones de contrapeso. Genera dudas por el exceso de elogios a su antecesor. Sin embargo, los “otros datos” de AMLO le sirvieron para hablar del Humanismo Mexicano que aseguró continuar con la Cuarta Transformación. En continuidad al régimen anterior, señaló que los principios que sustentarán su gestión son: 1) primero los pobres y austeridad republicana; “no puede haber gobierno rico, con pueblo pobre”; 2) combate a la corrupción; “la honestidad da resultados”; 3) gobierno del pueblo, “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”; y 4) libertad, “México con justicia, democracia y libertad. Posteriormente señaló algunas líneas de trabajo: el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales; igualdad sustantiva para todos; política fiscal responsable; proporción razonable entre deuda y Producto Interno Bruto; promoción de la inversión pública y la inversión privada; no aumentar el precio de las gasolinas, diésel, gas doméstico ni electricidad en términos reales y mantener el costo de la canasta básica. Así mismo, fortalecer la cooperación económica con Estados Unidos y Canadá, “es claro que entre nosotros no competimos, nos complementamos y, además, generamos las condiciones para una mayor consolidación de la economía de todo el continente en una visión de presente y futuro de la economía mundial”. Ofreció continuar con el aumento del salario mínimo, con los programas del bienestar agregando el de las mujeres de 60 a 64 años y la beca universal para educación básica. En el tema de salud, habló de consolidar el IMSS-bienestar como el mejor sistema de salud pública gratuita y de calidad. En materia de infraestructura continuará con los trenes, “porque significa desarrollo regional, empleos, turismo y prosperidad compartida”, expresó. De lo nuevo, destaca quizá la apertura en el tema de energía al referir el programa de transición energética hacia fuentes renovables, el proyecto de economía circular en Tula, Hidalgo, la creación del Consejo Nacional con empresarios para el nearshoring, la creación de la Secretaría de las Mujeres, la semana laboral de 40 horas, la ley contra el maltrato a animales, el satélite en órbita y el Programa contra la violencia doméstica. De igual forma, las farmacias del bienestar, las reformas en materia de equidad de género que consideran la disminución de la brecha salarial, prohibir el nepotismo y la no reelección. En materia de seguridad, aunque la próxima semana presentará su estrategia, mantiene los cuatro ejes de su antecesor en atención a las causas; inteligencia e investigación; fortalecimiento de la Guardia Nacional; y cero impunidad. Fue alentadora la referencia a las heroínas, conocidas y anónimas, pero el reto será hacer realidad los apoyos y políticas públicas en beneficio de ellas y dejar a un lado el interés político. La presencia de una mujer en altos niveles de gobierno no garantiza nada. Claudia necesita desmarcarse para que realmente sea orgullo para las mujeres. Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com
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