Tanto a Tatiana y a su equipo como a nosotros nos lo habían pedido en más de una ocasión. Querían que nos sentáramos y que creáramos un espacio compartido. Y hoy, después de haberlo hecho, entendemos mejor que nunca el por qué.

La lucha por la igualdad es una lucha que está más viva que nunca, pero dentro de la cual no siempre se encuentran espacios para hablar de lo que sigue siendo difícil decir en voz alta. De lo que nos incomoda. De lo que duele. De lo que enoja. De los silencios que nos siguen separando y de todo aquello que seguimos asumiendo como “normal”.

Hoy queremos invitarlos a un episodio muy especial que hemos creado de cara al 8M a través del cual queremos que se cuestionen tanto como lo hicimos nosotros, que miren hacia adentro, hacia atrás -quizás incluso hacia momentos que su memoria ha decidido omitir- y, por supuesto, hacia al futuro. No solo para entender lo que queremos y lo que esperamos, sino el papel que jugamos en él. Porque CADA UNO de nosotros cuenta. Porque CADA COSA que hacemos -o dejamos de hacer- tiene un impacto mayor que el que percibimos.

Tatiana, gracias. Por compartinos tu historia. Por ser tan generosa con nosotros, con nuestra familia y con todas y cada una de las personas que se encontrarán con este espacio. Y por permitirnos una silla en el tuyo para hablar también.

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